En la última semana y media, la ciudad de Rosario registró solo dos contagios y hasta este miércoles, había sumado un total de 98 casos positivos de coronavirus; un índice bajo para una de las principales ciudades del país mientras que en CABA ya supera el millar de test positivos.

Sin cantar victoria, las autoridades sanitarias de la ciudad destacan los días en que no se registraron casos positivos y el tiempo que ofrece el desaceleramiento de la curva de contagio para reforzar los efectores, sumar material sanitario y ajustar los operativos territoriales para cuando el frío apriete.

Las autoridades rosarinas destacaron como factor fundamental que explica el bajo nivel de propagación del virus al compromiso de la ciudadanía con la cuarentena y el respeto a las normas de circulación e higiene, sobre todo, en los barrios más vulnerables de la ciudad donde los vecinos han demostrado un altísimo acatamiento dentro de sus posibilidades.

 Contamos con una presencia territorial del sistema de salud muy importante que nos permite intervenir inmediatamente en los casos sospechosos

En condiciones de hábitat realmente difíciles y sin los servicios básicos garantizados como el acceso al agua, el cumplimiento del aislamiento comunitario viene evitando contagios masivos de coronavirus. La predisposición de los vecinos también fue reconocida por funcionarios del Ministerio de Seguridad de la provincia donde al principio temían que la situación fuese caótica.

La otra clave, es la rápida intervención de los equipos territoriales en los casos en que se advirtió circulación comunitaria. En esa situación, se aísla al paciente confirmado y a las personas con las que tuvieron contacto como medida preventiva; un trabajo que desarrollan las Secretaría de Salud y Desarrollo Social, en colaboración con las organizaciones sociales.

"Contamos con una presencia territorial del sistema de salud muy importante, eso nos permite intervenir inmediatamente en los casos sospechosos, tener registros e ir monitoreando si los cuadros febriles aumentan en determinado barrio", explicó Leonardo Caruana, secretario de Salud de Rosario en referencia a las salas y efectores que conforman la red sanitaria municipal con distintos niveles de complejidades.

"Poblacionalmente, venimos con un número muy escaso de caso confirmados lo que nos permite seguir organizando el sistema, perfeccionando el protocolo y entrenar a los equipos", sostuvo Caruana. Todos se preparan para cuando la temperatura baje y la demanda hospitalaria crezca considerablemente.

En los dos casos positivos que se detectaron en Empalme Granero, una de las barriadas más pobres de la ciudad, se aisló a los pacientes y a los casos sospechosos como también a los vecinos o familiares que habrían entrado en contactos como medida preventiva.

 Abordar esta pandemia no es solamente contar con respiradores sino que es fundamental una base territorial fuerte que en Rosario se viene construyendo hace mucho tiempo y que hace a la diferencia con lo que ha ocurrido en otras partes del mundo 

"Las intervenciones territoriales se realizan junto a Desarrollo Social y las organizaciones sociales, que tienen un rol muy importante, donde se mapean los comedores, negocios y las residencias de los adultos mayores en riesgo a quienes se les entrega en su domicilio la comida y las medicaciones para que no tengan que trasladarse hasta el efector del barrio", profundizó Caruana.

"Abordar esta pandemia no es solamente contar con respiradores sino que es fundamental una base territorial fuerte que en Rosario se viene construyendo hace mucho tiempo y que hace a la diferencia con lo que ha ocurrido en otras partes del mundo", expresó el secretario.

Leonardo Caruana junto a la vicegobernadora Alejandra Rodenas y la secreataria de Salud provincial, Sonia Martorano

Todos estos factores contribuyeron a que el R-cero, que es el nivel de multiplicación de los contagios, sea muy bajo en la ciudad de Rosario. Lo cual, destaca Caruana, las políticas de aislación junto a la red territorial están permitiendo dar respuestas inmediatas antes de que el virus se propague y los contagios comunitarios trepen a índices que pongan en riesgo el sistema sanitario.

Pero a pesar de los buenos resultados, el secretario no abandona la cautela a la hora de evaluar lo actuado y explica que "la complejidad en las grandes ciudades tiene que ver con las necesidades y las desigualdades sociales por lo cual, la población en riesgo también se distribuye respondiendo a esas desigualdades".

De hecho, la preocupación por el dengue ha escalado al nivel del covid-19 al advertirse la proliferación del mosquito transmisor aedes aegypti en toda la ciudad. Sobre todo, porque las últimos avances en las investigaciones advirtieron que esta especie se sigue reproduciendo durante el invierno, a diferencias del mosquito común.